Boletín N°. 0125 México presenta índice de deserción escolar de 50 por ciento, uno de los más elevados en América Latina
  • Diputado impulsa iniciativa para implementar un programa nacional de becas a estudiantes de escasos recursos
  • Serán beneficiados alumnos de educación básica y media superior
  • En el ciclo escolar pasado, 30 por ciento de alumnos de escuelas públicas contó con beca

 

02-10-2015.- México presenta un índice de deserción escolar del 50 por ciento, uno de los más elevados en América Latina; esta problemática es aún más compleja en los estados con altos niveles de desigualdad respecto a su ingreso, según establece la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), afirmó el diputado Yerico Abramo Masso (PRI).

 

Resaltó que nuestro país registra una de las proporciones más bajas de estudiantes matriculados de entre 15 y 19 años de edad, en relación con los países miembros de la OCDE.

 

Ante ese panorama, el diputado federal por Coahuila impulsa una iniciativa de reformas a la Ley General de Educación, a fin de implementar un programa nacional de becas a los estudiantes de escasos recursos que cursen la educación básica y media superior en instituciones públicas, cuyo otorgamiento no esté sujeto a la obtención de altos promedios escolares.

 

La reforma, que adiciona la fracción VIII Bis al artículo 33, de la citada ley, precisa que la meta estará en función de la disponibilidad presupuestaria, y el propósito es aumentar la matrícula escolar, así como disminuir los altos niveles de deserción.

 

Señaló que de acuerdo a la OCDE, la deserción escolar es un proceso de abandono que incluye una variedad de factores, tales como rendimiento académico, contexto personal y familiar, políticas educativas y condiciones del mercado laboral.

 

Mencionó que la falta de ingresos en los hogares mexicanos es un factor crucial en la generación de este problema, ya que del mismo se desprenden otras adversidades para los educandos y sus familias.

 

La escasez de recursos, abundó, genera una deficiente alimentación, lo que redunda en un bajo rendimiento académico y, a su vez, no les permite acceder a una beca.

 

Por otra parte, los alumnos que se localizan en poblaciones lejanas a sus centros de estudio invierten mucho tiempo y esfuerzo para trasladarse a sus escuelas, por lo que al asistir cansados a las aulas reducen sus niveles de atención y aprovechamiento escolar, así como sus posibilidades de alcanzar altos promedios académicos y, por tanto, de obtener una beca.

 

Además, dijo, los alumnos que proceden de familias de escasos recursos se ven en la necesidad de apoyar al ingreso familiar, por lo que destinan parte de su tiempo al trabajo, que bien podrían dedicar a las tareas escolares y a una mayor aplicación al estudio en general.

 

“Lamentablemente, a pesar de los enormes esfuerzos realizados para cumplir con la obligación del Estado de suministrar educación de calidad y en condiciones de equidad, las propias circunstancias de dispersión demográfica y las diversas condiciones en las distintas regiones y entidades de la República, han imposibilitado cumplir al 100 por ciento este objetivo, registrándose altos niveles de deserción escolar”, sostuvo.

 

Por lo anterior, consideró necesario crear un programa de becas dirigido a estudiantes de escasos recursos, cuyo otorgamiento no se sujete sólo a la obtención de altos promedios académicos, sino también al mantenimiento de un estatus regular en sus estudios, lo que contribuirá a reducir de forma significativa los niveles de deserción escolar.

 

En tanto, el informe sectorial de la SEP indicó que, durante el ciclo escolar 2014-2015, tres de cada 10 estudiantes de escuelas públicas contaron con una beca para cursar sus estudios, 30.4 por ciento. Ello implicó otorgar un total de 7.8 millones de becas a alumnos de educación básica, media superior y superior.

 

“Estamos conscientes de que existen diversos tipos de becas para lograr superar la deserción escolar; sin embargo, no resulta ocioso incluir de manera explícita, en la Ley General de Educación, la obligación de incluir un programa de becas que no esté sujeto al vaivén de las políticas gubernamentales y se mantenga de manera permanente, a fin de garantizar que año con año se atienda este grave problema”, agregó.

 

Respecto a una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) del 2011, consideró que una de las tres principales razones por la que los jóvenes abandonaban sus estudios se debía a la falta de dinero en el hogar para útiles, pasajes o inscripción; les disgustaba estudiar o consideraban más importante trabajar que estudiar, según la Encuesta Nacional de Deserción en la Educación Media Superior de ese año.

 

Abramo Masso mencionó que desertores escolares, entrevistados en 2007, afirmaron que la principal razón para interrumpir sus estudios fue la falta de interés en la escuela, ya que mencionaron que les servía de poco o era inadecuada para sus intereses y necesidades, y luego de la falta de recursos financieros.

 

El legislador destacó que en el 2014 la Secretaría de Educación Pública (SEP) inició la construcción de un portal del Sistema Nacional de Becas con el objetivo de proporcionar una herramienta tecnológica que permita a las personas interesadas conocer dicha oferta, realizar el registro y dar seguimiento a su solicitud de beca mediante un proceso automatizado.

 

Dicho portal, abundó, ofrece un panorama de 217 tipos de becas de 22 áreas o instituciones diferentes, así como del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), para disposición de las personas interesadas en acceder, permanecer o concluir sus estudios.

 

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