Boletín N°. 4583 | Construcción del Nuevo Aeropuerto inició sin tener manifestación de impacto ambiental: Hernández Soriano |
06-12-2017.- El presidente de la Comisión Especial de Seguimiento a la Construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, diputado Rafael Hernández Soriano (PRD), afirmó que esta obra inició sin tener la manifestación de impacto ambiental, lo que ha traído consecuencias y afectaciones graves para la población.
Detalló que se realizó un recorrido en siete municipios mexiquenses y se comprobó que el lodo que se extrae de la obra del aeropuerto es depositado en las inmediaciones de por lo menos siete comunidades de Texcoco.
Por ello, dijo, solicitó al Secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, llevar a cabo una visita a la zona, para detectar las irregularidades y tomar las acciones pertinentes.
También, dijo, se constató que a menos de 5 kilómetros de las pirámides de la Luna y el Sol se utiliza explosivos para llevar piedra a la obra, lo cual es un foco de riesgo arqueológico.
El legislador afirmó que un estudio de impacto ambiental permitirá guardar el equilibrio entre el desarrollo económico y social y las afectaciones ecológicas que signifiquen la realización de una obra.
Por ello, estimó necesaria una revisión integral y realizar investigaciones para deslindar responsabilidades y encontrar una solución inmediata.
Refirió que de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación (ASF), el nuevo aeropuerto ya tiene un costo mayor al que se anunció originalmente y su ritmo de construcción no permitiría que el 20 de octubre de 2020 empiece a funcionar, “salvo que hubiera algunas cuestiones extraordinarias que aceleraran la edificación”. Consideró que se debe conocer el retraso o desfase de la obra y en dónde se dan los incrementos en el costo.
Sostuvo que los legisladores tienen la facultad de hacer que la ASF continúe la supervisión periódica y permanente del proyecto. “Sabemos de las complejidades, deficiencias, alcances humanos y materiales, pero no debemos renunciar a esta potestad”.
Estimó que un mapa de riesgos serviría para definir estrategias y evaluar la urgencia o el menor impacto que se podría tener y, con ello, rendir mejores cuentas y brindar mayor seguridad a la población. Propuso crear un grupo de trabajo con especialistas, organizaciones y academia, para dar seguimiento a la obra.
La diputada María de La Paz Quiñones Cornejo (PRI) opinó que las mesas de trabajo son la forma adecuada de comunicación entre los actores involucrados, ya que puede propiciar respuestas rápidas y expeditas.
En tanto, la diputada Claudia Sánchez Juárez (PAN) estimó que son muy graves las denuncias de vecinos sobre los daños que causa la construcción del nuevo aeropuerto a la población, por lo que se manifestó por atender esta problemática.
El subdirector de Medio Ambiente y Sustentabilidad del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México, Alejandro Virchez González, dijo que se revisó el estatus de más de 109 minas para que tuvieran sus registros correspondientes; a algunas ya se les venció su permiso y están en proceso de actualizarlo, pero prácticamente el 95 por ciento lo tienen.
Aseguró que los lodos que se extraen del lugar no contaminan. “Un lodo per se, es un remanente del proceso de una planta de tratamientos de residuos del que se deriva una serie de contaminaciones, pero Grupo Aeroportuario no tiene planta de tratamiento y lo único que está saliendo son arcillas mojadas, porque hay humedad”.
Pidió revisar si los desperdicios son del grupo aeroportuario porque “hemos detectado que han llegado a los tiraderos material que no es del grupo”.
Afirmó que el proyecto aeroportuario sí tiene manifestación de impacto ambiental y da cumplimiento estricto a lo que mandata la autoridad.
En la reunión, vecinos de los municipios de Tlamilca, Tezoyuca y Tepetlaoxtoc expresaron su inconformidad, porque la construcción del nuevo aeropuerto “está afectando a ocho regiones de los alrededores con la contaminación que genera el lodo que se extrae y daños a las zonas arqueológicas”, además de que y el costo de la obra no contempla el problema ambiental regional.
Por su parte, Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa, presentó el documento “Indicadores de la construcción del NAICM”, en donde recomendó la conveniencia de que el consorcio aeroportuario realice un informe periódico del proyecto y del avance físico y financiero, así como de sus contrataciones, y de los principales riesgos y estrategias para superarlos.
También exhortó a analizar cómo fortalecer la toma de decisiones de la modificación de contratos, para incorporar el aprendizaje internacional de los proyectos exitosos y tener un mejor control de los riesgos de corrupción que puedan ocurrir.
Propuso establecer una mesa de trabajo integrada con diversos actores, ya que permitirá eliminar asimetrías de información y considerar una agenda específica para ordenar la conversación sobre los temas de interés y responder a las dudas.
Julián Bernal Iturriaga, asesor del Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México en materia de transparencia, destacó que en este proyecto de infraestructura se ha hecho un esfuerzo importante por transparentar la contratación, y aseguró que se han publicado 321 documentos que valen 136 mil millones de pesos.
Comentó que Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México produce muchos informes para distintas instancias de gobierno y auditores, pero sería necesario analizar la emisión de un informe periódico y de qué tamaño y características sería.
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