Boletín N°. 4827 Integrantes de la Comisión Permanente emiten posturas sobre la renegociación del TLCAN

17- 01- 2018.- La Comisión Permanente analizó la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en la agenda política, donde diputados y senadores de MC, PT, Morena, PRD, PVEM, PAN y PRI, pidieron una postura decidida con patriotismo y no bajar la guardia en este proceso para salvaguardar a las empresas, garantizar las inversiones y democratizar las decisiones en un marco de transparencia.

 

El diputado Germán Ernesto Ralis Cumplido (MC) afirmó que la defensa de los intereses de México en la negociación del TLCAN “debe ser decidida, tener mano firme y sobre todo metas claras”, porque el desarrollo productivo y comercial generado en varios sectores por ese acuerdo es clave para el país.

 

El equipo negociador debe avanzar en aspectos que favorezcan a los trabajadores, a los sectores y al impacto comercial en las diversas regiones del país en materia de empleo. “Es primordial enfocarse a los salarios reales, porque la mayoría son más bajos que cuando inició el Tratado de Libre Comercio”.

 

Llamó a no olvidar que el fortalecimiento interno de la economía mexicana hará que no dependa de quien gobierna Estados Unidos.

 

Además, dijo, la renegociación es la oportunidad para que México cambie de mentalidad, porque “no somos ni obreros ni maquiladores, somos actores competitivos que podemos encontrar un lugar privilegiado dentro del panorama internacional y debemos luchar para ello”, destacó.

 

Precisó que México puede y debe velar por su industria desde el interior, así como los pequeños comercios, los cuales representan el 80 por ciento de los empleos de nuestro país y son el motor de la economía.

 

El senador Luis Humberto Fernández Fuentes (PT) apuntó que “el gran problema ha sido que no han entendido que patriotismo y dignidad nacional no están peleados con el pragmatismo y una negociación conveniente para México”.

 

“Hoy enfrentamos un dilema como país. La primera opción sería continuar estas negociaciones en la cuales no tenemos ni fortuna ni ventaja, o tomar la palabra y esperar que llegue un gobierno más sólido, un gobierno con mayor credibilidad y potencia para enfrentar este tratado”, subrayó.

 

“México no puede negociar desde la humillación, ni desde la bancarrota moral y política que enfrenta este gobierno. Por eso, por el bien de todos, es conveniente detener las pláticas hasta que esté un gobierno con la posibilidad de llevar una renegociación con dignidad y efectividad”.

 

Indicó que se ha sacrificado la soberanía al no entender que la energía y el petróleo tienen un valor económico y también político. “En el momento en que se firmó este tratado perdimos el elemento de negociación más importante que teníamos y hoy México importa el 71 por ciento de las gasolinas que se consumen en este país”.

 

Consideró que no sólo se continúa en una postura de indignación, sino de omisión frente a la reforma fiscal aprobada en Estados Unidos.

 

Por Morena, la diputada Araceli Damián González sostuvo que la negociación del TLCAN “agarra a un gobierno desorientado, sin apoyo social y sin instrumentos para defender a nuestro país”, porque las anteriores administraciones tuvieron la premisa de que el crecimiento nacional sólo podía ser reflejo condicionado del experimentado por los Estados Unidos, “colocándonos en el último vagón del tren del crecimiento norteamericano”.

 

“Esa estrategia neoliberal colocó al país en un callejón sin salida y somos extremadamente dependientes; en esta coyuntura, estamos en una disputa comercial en la que se suma lo migratorio y nuestro gobierno no sabe qué hacer, lo agarraron con las manos en la puerta”, consideró.

 

Señaló que las reformas estructurales no sirvieron para nada, ahora se regala el petróleo y se importa, así como los alimentos y “no tenemos un mecanismo estratégico para negociar contra Estados Unidos”.

 

La renegociación del tratado puede ser una ventana de oportunidad para México y cambiar una política equivocada, de dependencia.

 

Refirió que el Banco Mundial ha indicado que a final de cuentas, aunque México tenga superávit con Estados Unidos, no le sirve de nada porque tenemos un déficit que creció 20 veces en el tiempo en el que ha estado vigente el TLCAN; somos cada día más dependientes del exterior y sobre todo del vecino país.

 

Cuestionó sí habrá valido la pena destruir nuestras empresas nacionales, romper los eslabones productivos, dejar abandonado el campo por un Tratado de Libre Comercio que da salarios de hambre también allá a nuestros mexicanos, que los maltratan y que están en la cola de los salarios de EU.

 

El senador del PRD, Celestino Cesáreo Guzmán, aseguró que se analizarán profundamente los resultados globales de la sexta ronda de negociaciones del tratado, porque en las cinco anteriores, los únicos intereses que han avanzado son los de Estados Unidos.

 

“Cinco rondas de negociaciones en las que el gobierno mexicano ha sido incapaz de hacer valer una agenda integral y de largo aliento para convertir a América del Norte en una verdadera región competitiva y de libre comercio capaz de atender asimetrías y debilidades de sus integrantes en beneficio de todos, y no una región de ficción”.

 

Desde el Congreso de la Unión seguiremos promoviendo la democratización del proceso de toma de decisiones en materia internacional, la transparencia e involucramiento de la sociedad civil en todos aquellos temas que tengan que ver con la acción y la responsabilidad exterior del Estado mexicano.

 

La renegociación del tratado impuesta por el presidente de Estados Unidos para hacer valer sus propuestas e intereses, ha dado cuenta de lo equivocados que han estado los gobiernos de nuestro país que decidieron anclar y supeditar el futuro nacional a la interacción económica del vecino del norte.

 

Subrayó la conveniencia de una relación estrecha y estratégica con el vecino del norte; no obstante, nuestro país debió desde hace mucho tiempo haber tomado en serio el reto de la diversificación en materia de comercio e inversión, y realizado cambios estructurales en el modelo económico para disminuir al máximo posible la dependencia a la que nos hemos autoimpuesto.

 

Por el PVEM, el senador Jorge Aréchiga Ávila pidió a los negociadores mexicanos “no bajar la guardia ante las reiteradas amenazas del gobierno de los Estados Unidos de abandonar el tratado si las negociaciones no favorecen a sus intereses”.

 

Lo ideal es mantener, como hasta ahora, la discusión de carácter técnico, lejos del terreno político, pues tanto EU como México enfrentarán procesos electorales en el presente año que eventualmente podrían alterar los acuerdos a que se llegue.

 

Una negociación en los términos que propone el vecino país generaría incertidumbre para las compañías de la región, como la cláusula Sunset, que obligaría a una revisión periódica de cada cinco años, la cual desincentivaría las inversiones a largo plazo.

 

No debe perderse de vista que nuestro país no será el único afectado si Estados Unidos decidiera salir del tratado; el impacto sería igualmente significativo para los tres socios, debido a que las economías se encuentran fuertemente vinculadas y la disolución del acuerdo implicaría un cambio drástico para todo el mercado regional que definitivamente restaría competitividad frente a otras regiones en ascenso.

 

A los negociadores mexicanos les corresponde tomar una postura básica que genere mayores beneficios para los ciudadanos, y garantice las inversiones realizadas en el territorio nacional, que representan progreso y desarrollo para muchas familias.

 

La senadora Mariana Gómez del Campo Gurza, del PAN, llamó al Ejecutivo federal a realizar una evaluación certera sobre los efectos reales que en México traería una posible cancelación del TLCAN.

 

Además, de los estragos para la industria automotriz, maquiladora y electrónica, ya que existe también incertidumbre asociada a la inversión extranjera ante una eventual cancelación.

 

Es importante que “todo el proceso de negociación del tratado sea transparente, que los legisladores podamos contar con la información adecuada para darle puntual seguimiento. No enterarnos por los medios de comunicación de los avances o de lo contrario también, y que nos hagan saber sobre todo los intereses de México y de los Estados Unidos dentro del acuerdo”.

 

Celebró el esfuerzo hecho por la Cancillería y la Secretaría de Economía. “No es un esfuerzo menor, se han llevado a cabo cientos de reuniones con sus pares en los Estados Unidos. Hay que reconocerlo y hay que darle seguimiento puntual, porque este es un tema que no interesa nada más al partido en el gobierno, sino a todos los mexicanos”.

 

Refirió que académicos mexicanos y líderes empresariales advierten que la ruptura del TLCAN provocaría consecuencias de gran alcance en la inmigración, porque empujaría a más mexicanos a buscar trabajo ilegalmente en Estados Unidos, y las relaciones diplomáticas entre ambas naciones “se volverían frágiles y aún más ríspidas de las que se tienen actualmente”.

 

Por el PRI, la diputada Martha Sofía Tamayo Morales aseveró que el TLCAN no representa un favor para México, los tres socios se han beneficiado. Su comercio asciende a 2 mil 800 millones de dólares diarios, es decir, 108 millones de dólares por hora, generando el 28 por ciento del Producto Interno Bruto mundial.

 

México aporta el 12 por ciento de las importaciones de sus socios, mientras que en 1993 era solo el 5 por ciento.

 

“La sexta ronda será clave para entablar un diálogo a fondo sobre los temas más álgidos del tratado, entre ellos, la solución de controversias, las normas de contenido regional para los automóviles y la cláusula Sunset que prevé la revisión del tratado cada cinco años”, comentó.

 

No se admitirán, garantizó, como no se han admitido, retrocesos ni se aceptarán decisiones que perjudiquen a la nación. Lo que se acuerde será un tratado que proyecte, consolide y reafirme los beneficios para México y para todos los mexicanos.

 

México, Estados Unidos y Canadá se han visto ampliamente beneficiados por el tratado y saldrán ganadores con su modernización, si como nuestro país negocian bajo una premisa de ganar-ganar, que favorezca los intereses de las naciones firmantes y no solo los de una sola, concluyó.

 

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