• Urge reconocer el arte como formador de ciudadanía

• Se llevó a cabo una Mesa de Trabajo sobre este tema en la Cámara de Diputados

05-03-2020.- El crecimiento expansivo de las tecnologías en décadas recientes, ha abierto una comunicación inédita en la historia de la humanidad. Es evidente que en ese espacio digital la creatividad es fundamental, porque la obra cultural provee a la red de un sentido humanístico de primer orden, dijo Sergio Mayer Bretón, presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía.

Los creadores deben recibir la remuneración compensatoria por copia privada, como ocurre desde hace tiempo en otras naciones, propuso al instalar la Mesa de Trabajo sobre Copia Privada.

El legislador subrayó que no es posible que en México se mantenga la injusta situación de que no se cobre la remuneración compensatoria sobre la circulación de millones de obras artísticas y culturales, aunque, aclaró, esto nada tiene que ver con los usuarios finales, sino con los consorcios y empresas que fabrican los soportes y dispositivos electrónicos para la red, que son quienes deben garantizar puntualmente la remuneración por ley.

De aprobarse en un futuro inmediato las reformas a la Ley Federal del Derecho de Autor que se proponen en la Mesa de Trabajo, los titulares de los derechos contarán con un sustento legal sólido para recibir la remuneración compensatoria, conforme se determine en la propia ley.

El arte, es una patria compartida, un idioma universal, un transmisor del legado identitario y, al mismo tiempo, un elemento de la innovación y del cambio social. La creación pertenece a las comunidades del nuestro país, lo mismo en las urbes que en las pequeñas poblaciones.

“Los creadores deben recibir la justa remuneración por el hecho de entregar en sus obras sus conocimientos y saberes, imaginación y talento. Cada obra de arte implica el despliegue de valores culturales y sociales capaces de transformar el entorno y de fortalecer el tejido social”, especificó el legislador.

Representantes de diversas organizaciones, sociedades de gestión colectiva, industrias creativas y empresarios destacaron la necesidad de reconocer a la creación intelectual como formadora de ciudadanía y capital simbólico, más que simple entretenimiento.

Los asistentes reconocieron la urgente necesidad de aportar a la cultura de la legalidad con el objetivo de revertir la penosa tendencia descendente de nuevas creaciones, en contraste con la ascendente ruta de las reproducciones.

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