El Ejército Mexicano expresó su voluntad de que se someta a investigación, si la autoridad civil lo solicita y si las diligencias se apegan a derecho, el desempeño de los elementos del 27 Batallón de Infantería, destacado en Iguala, Guerrero, informaron integrantes de la Comisión Especial de la Cámara de Diputados, que da seguimiento al tema.

Al dar detalles de la reunión que sostuvieron con el titular de la Secretaría de Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, la vicecoordinadora de contenidos del Partido del Trabajo (PT), Lilia Aguilar y el vicecoordinador del Movimiento Ciudadano (MC), Ricardo Mejía, indicaron que de acuerdo al general Cienfuegos Zepeda, los militares destacados en Iguala no intervinieron en los hechos de los días 26 y 27 de septiembre, porque no escucharon balazos ni vieron disturbio alguno.

Agregaron que el titular de la Defensa les indicó que, cuando los elementos castrenses recibieron un aviso de que había incidentes violentos en la zona y se comunicaron con la autoridad municipal para corroborar los hechos y ordenar la intervención, el entonces director de Seguridad Pública, Felipe Flores, les dijo que no ocurría nada.

“Ellos hablaron con el director de Seguridad Pública de Iguala, no solamente les dijo que no sucedía nada, sino que dijo que era mentira, que no había sucedido nada, que no había habido enfrentamientos y que todo estaba en paz”, apuntó la petista.

“Según el general Secretario de la Defensa, el comandante del Batallón se comunicó con Felipe Flores, el secretario de Seguridad hoy prófugo y que les informó que no había ningún incidente. Ya ellos hoy reconocen que se les engañó y que el Ejército solo puede intervenir a pedido de las autoridades o cuando hay flagrancia y que en este caso no hubo flagrancia porque ellos nunca escucharon las detonaciones ni les pidieron auxilio”, abundó el congresista.

La diputada Aguilar Gil indicó que en todo momento, el secretario Cienfuegos planteó que los elementos militares acuartelados y de guardia durante los sucesos, siguieron los protocolos de actuación previstos.

Indicó que el relato del funcionario federal apunta a que solo los integrantes del equipo de futbol local de Los Avispones, se acercaron a los militares para pedir ayuda tras la agresión sufrida.

Les dijo que no hubo mal trato ni hostigamiento del Ejército a los heridos que llegaron al Hospital General y el Hospital Cristina, pese a que la narración de sobrevivientes dice lo contrario.

Les planteó que el viernes 26 de septiembre, noche en que se desarrollaron los hechos, había pocos soldados en las instalaciones del Batallón, porque a la mayoría de los más de 500 elementos, “quedaron francos”, es decir, se les autorizó salir de descanso.

Consultados por separado, la diputada Aguilar Gil y el diputado Mejía Berdeja, señalaron que se le dijo al secretario, que al cuestionar la labor del Ejército, no se busca denostarlo, sino clarificar su actuación.

La diputada Lilia Aguilar reiteró que más que un compromiso directo de la SEDENA, su titular mostró disposición a que, siempre y cuando se sigan los procedimientos adecuados, el Ejército transparentará su desempeño.

Ambos refirieron que sobre la asistencia de un mando del Batallón al evento de la entonces titular del DIF municipal y esposa del alcalde con licencia, José Luis Abarca, el secretario les confirmó el hecho, pero dejó en claro que no hay cercanía entre los militares y los Abarca.

Enfatizaron que genera dudas la versión de que los normalistas fueron incinerados porque, según el secretario de la Defensa, los militares nunca vieron ni supieron nada de un incendio en Cocula, y la noche de los hechos era lluviosa.

“Él fue muy cuidadoso, se dedicó a dar hechos y nos dijo que la decisión de si hay omisión o no, tendrá que darse en un proceso legal adecuado que se pueda iniciar, ya sea cualquiera de nosotros ante la Procuraduría y ante ellos mismo”, añadió la diputada Aguilar.

En particular, Mejía Berdeja refrendó que a su parecer, sigue habiendo omisiones del Ejército.

Destacó que a su consideración, lo más importante de lo planteado por el general Cienfuegos es que, el Ejército en Guerrero ha sufrido 81 agresiones, 15 en Iguala y pese a ello, la PGR no les ha requerido ningún tipo de información.

Les dijo que la noche de los hechos no se escucharon balazos ni hubo señal de algún tipo de incidente, que no tenían mayor conocimiento ni indicios sobre las presuntas actividades ilícitas de Abarca y su esposa; que ese día, en el Batallón había solo una guardia de Fuerza de Reacción de poco más de 20 elementos, pero estaban ocupados atendiendo la volcadura de un camión en otro punto de Guerrero y que al acudir a los hospitales, en atención a llamados anónimos, no intimidaron a los denunciantes. ys/m.