El legislador federal Juan Pablo Adame subrayó la importancia de aplicar un plan de reciclaje para evitar que con el apagón analógico hasta 10 millones de televisores “viejos” terminen en basureros, con el consecuente daño al medio ambiente.

De acuerdo con el presidente de la Comisión Especial de Agenda Digital y Tecnologías de la Información de la Cámara de Diputados, derivado de la entrega de pantallas digitales a ciudadanos para sustituir sus receptores de señal análoga ya existen por lo menos tres millones de televisiones en basureros y lugares baldíos.

Comentó que desde el principio no se comenzó con un programa para canjear televisiones análogas por pantallas digitales, por lo que las familias beneficiadas optan por deshacerse de sus aparatos viejos.

El diputado dijo que desde el principio no se haya buscado comenzar con un plan de reciclaje pese a que el cobre que contienen las viejas televisiones tiene un valor económico.

Adame Alemán recordó que recientemente se anunció que se comenzaría con un mecanismo de ese tipo, pero sólo cubrirá los aparatos que sean entregados a cambio de los cinco millones de nuevas pantallas durante el siguiente semestre.

“Por lo menos estamos hablando de cinco millones de aparatos que estamos seguros van a llegar a la basura o algún terreno baldío, pero si cada casa tiene en promedio dos televisores, pues estamos hablando de 10 millones”.

El panista indicó que pocos conocen lo que sucede con esa chatarra tecnológica y aseguró que todos los materiales con los que están construidos dañan al medio ambiente.

“Se contaminan los mantos, se daña la tierra, se afecta el aire; esos materiales que están ahora en un terreno baldío se van a mojar, a oxidar y van a generar un problema en los micro-ecosistemas”, alertó. /gh/m