La producción de petróleo estimada para el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017 es perfectamente alcanzable, aseguró el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

Aclaró, no obstante, que no se ve mejoría sustancial en el precio del crudo en el mercado internacional, pues hay una sobreoferta del energético que algunos especialistas estiman en millón y medio de barriles y otros en dos millones.

El funcionario atribuyó esa sobreoferta básicamente a dos factores: “por un lado la revolución tecnológica que se dio en Estados Unidos, que convirtió a este país en una nación productora de crudo”.

El segundo actor es el estancamiento de la economía mundial, principalmente la disminución del crecimiento en China e India, expuso ante integrantes de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados.

En ese marco reiteró que la plataforma petrolera base del presupuesto de 2017 no está fuera de la realidad, es perfectamente alcanzable.

Durante la discusión de la Ley de Ingresos 2017 que la Cámara de Diputados aprobó la semana pasada y turnó al Senado para su análisis, se incrementó la producción petrolera en 19 mil barriles y quedó en un millón 947 mil.

Este año se podrá terminar con una producción petrolera de unos 2.1 millones de barriles de crudo al día, si no se tiene alguna contingencia meteorológica en el Golfo de México, y confió en que se pueda cumplir la meta de 2017, que es menor a la de 2016.

Pedro Joaquín comentó que la declinación en la producción de petróleo en México inició desde 2004, con el agotamiento del yacimiento súpergigante de Cantarell, que representaba 65 por ciento de la producción total en el país.

En ese entonces la producción de crudo era de 3.4 millones de barriles diarios y Petróleos Mexicanos (Pemex) era la tercera empresa productora en el mundo.

La caída de la producción petrolera “nos anunció que la era de los yacimientos súpergigantes, de bajos costos de extracción, se había agotado y que 76 por ciento de nuestros recursos prospectivos estaban en yacimientos no convencionales, en aguas profundas y ultraprofundas del Golfo de México”.

El secretario de Energía mencionó que por esa razón se impulsó la reforma energética, pues el país necesitaba tecnología de punta, así como que el capital privado viniera a complementar al de Pemex para acceder a esa riqueza petrolera.

Hizo notar que en ningún país el gobierno corre solo con todos “los gigantescos riesgos”, entre ellos financieros, que conlleva la explotación de hidrocarburos, particularmente en aguas profundas.

En cuanto a si había interés de compañías internacionales de invertir en proyectos de aguas profundas en México a pesar del bajo precio, recordó que los contratos petroleros son de largo plazo, a 25 y 30 años, y la industria mundial en ese sector no se maneja por los costos del día de hoy, sino con una perspectiva de largo plazo.

“En consecuencia, el primer barril de petróleo comercial que saldría de la licitación que llevaremos a cabo el 5 de diciembre se estaría extrayendo a mediados o a finales del siguiente sexenio”, agregó.

Además precisó que toma entre siete y ocho años la exploración y luego la extracción en condiciones tan difíciles como las aguas profundas y súperprofundas de las aguas nacionales.

México no es miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), sin embargo se tiene un diálogo muy fluido con ella y varios países miembros.

“Desde que se inició la caída de los precios del crudo, hace más de dos años, hemos participado en todas las reuniones de la OPEP como invitados, como la que se dio en noviembre de 2014 en Viena (Austria) con los ministros de Energía de Arabia Saudita, Venezuela, Rusia y México, para analizar el tema“.

“También estuvimos en la reunión de Doha (Catar) y hace poco en la de Estambul (Turquía) y estamos invitados a la del próximo sábado en la ciudad de Viena, donde expertos de alto nivel analizarán el mercado internacional de crudo”, abundó.

El titular de la Secretaría de Energía (Sener) subrayó que hay la intención de varios países, principalmente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, de buscar una reducción en la producción de crudo para tratar de estabilizar los precios y buscar una mejoría por la vía de la reducción de la oferta.

También recordó que en la reunión de Doha el propósito era congelar la producción a los niveles de enero de 2016 y ahora en Estambul se tocó el tema de no congelar, sino reducir la producción petrolera mundial en 33 millones de barriles diarios o 32 y medio millones.

Sin embargo, se fijó como una intención a ser ratificada por una reunión que habrá de la OPEP en Viena, precisó el servidor público ante los diputados.

Entonces “estamos participando en esos esfuerzos y vamos a ver qué sucede en la reunión del próximo sábado, así como en la de noviembre”.

En su opinión lo que más puede ayudar a una recuperación significativa y duradera de los precios no es tanto la restricción de la oferta, como la recuperación de la economía mundial.

“Si se logra una recuperación de la economía mundial, vamos a ver repuntar; de otra manera la reactivación no será tan vertiginosa como la necesitamos y queremos”, advirtió. /gh/m