El coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Marko Cortés, instó al presidente Enrique Peña Nieto a proponer como candidato a gobernador del Banco de México a un personaje que represente estabilidad y ofrezca confianza no sólo a los inversionistas en México, sino también en el ámbito internacional.

Marko Cortés aseguró que el reto prioritario para suceder a Agustín Carstens al frente del banco central, a partir del 1 de diciembre, será contener la inflación y evitar que rebase los límites permitidos, como ocurre actualmente.

“En el inicio del calendario electoral, con un ambiente económico interno y externo inestable y con un vecino país que promueve una agresiva disminución de los impuestos a la utilidad, es crucial que el gobierno federal actúe rápido y de manera responsable para contener los elevados niveles de inflación que tanto afectan la capacidad adquisitiva, sobre todo de los que menos tienen”, puntualizó el legislador.

El líder panista aseguró que la actual situación ha encendido los focos de alerta, pues el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) registró un incremento de 0.63 por ciento en octubre, para alcanzar así una tasa de inflación anualizada de 6.37 por ciento, la más alta desde el 2001 y el doble de la meta originalmente prevista por el gobierno.

“Es necesario que el gobierno federal evite el descontrol de la economía y que la inflación rebase los límites permitidos, un reto por demás prioritario para quien será el nuevo gobernador del Banco de México”, remarcó Cortés.

El líder parlamentario de Acción Nacional señaló que su partido actuó de manera responsable con México, al respaldar los cambios estructurales necesarios en el arranque de la actual administración federal, pero afirmó que el gobierno mostró su total incapacidad para aplicarlas.

“Nos impuso los gasolinazos con el fin llenar las arcas de la hacienda pública, pero trasladando el costo a la población y provocando de forma inmediata el aumento en el índice de inflación”, acusó.

Cortés aseguró que el mal manejo de la economía ha provocado un escenario de desaliento y reprobación ciudadana, situación que se agrava con instituciones públicas marcadas por la corrupción y la impunidad. /jpc/m