Tania Rosas, reportera: Al conmemorar el día del Ejército Mexicano, la Cámara de Diputados reconoció el trabajo de la milicia y su lealtad al presidente de la República pese a transiciones de gobierno y órdenes de labores que no le corresponden. En este contexto no pasó desapercibida la polémica Ley de Seguridad Interior que de nueva cuenta dividió a las fuerzas políticas.

Llamó la atención que el posicionamiento del PAN fue en favor de la Ley de Seguridad Interior, a pesar de que la mayoría de este grupo parlamentario se opuso a ésta, incluso promovió una acción de inconstitucionalidad en contra del ordenamiento.

Hemos aprobado la Ley de Seguridad Interior, y las voces disidentes de esta ley decían que al aprobarla al día siguiente México amanecería militarizado y con soldados por doquier. Nada más falso, compañeros, el Ejército sigue coadyuvando a los gobiernos municipales, estatales, y por supuesto, a la Federación, haciendo frente al crimen organizado, a petición y en obediencia a una autoridad civil”, exclamó la panista Claudia Sánchez.

En Morena recalcaron su oposición a la Ley que regula la labor de las fuerzas armadas en el combate al crimen organizado, pero reconocieron la lealtad que ha tenido el Ejército al presidente.

Quedó confirmado en el periodo de la alternancia inicial en el año 2000, cuando las Fuerzas Armadas no escatimaron lealtad y apoyo al nuevo presidente de la República. Por lo tanto, ocurrió en el sexenio siguiente en que aceptaron casi, prácticamente a ciegas, ir a una guerra contra el narcotráfico. Su lealtad a la institución presidencial no está a discusión y de ello no tenemos duda en Morena”, enfatizó Delfina Gómez.

Los priistas no se refirieron a la Ley que defendieron pese a las resistencias, pero sí recalcaron que los integrantes del Ejército Mexicano son servidores públicos ejemplares que decidieron abrazar la carrera de las armas para servir a México. dlp/m