Jesús Sesma, colaborador: Creo que nos encontramos en una etapa muy complicada de la vida de nuestro país, una etapa en la que los valores que solo da la familia como la honestidad, el respeto, la humildad, la lealtad y el patriotismo se han ido perdiendo poco a poco y es por ello que debemos hacer todo lo posible para que esto no continúe.

Comienzo diciendo esto porque estamos a punto de tomar una decisión muy importante sobre la persona que habremos de confiar el destino de las y los mexicanos y para resolver este dilema, creo que podemos recurrir a una pregunta muy simple ¿en quién confiaríamos el cuidado de nuestros hijos? Jamás los dejaríamos al cuidado de alguien deshonesto o irrespetuoso, tampoco se los encargaríamos, ni por un minuto, a un ladrón o a alguien agresivo, envidioso o cruel. Al contrario, siempre estamos en la búsqueda de la mejor persona que pueda cuidarlos cuando nosotros no podemos, aunque sea por unas cuantas horas.

Es aquí donde quiero aprovechar para hablar de José Antonio Meade, quien a todas luces se distingue por ser un hombre de familia, esposo desde hace más de 23 años de la señora Juana Cuevas y un padre amoroso de tres hijos: Dionisio, José Ángel y Magdalena.

Mucho se ha hablado de su larga y exitosa trayectoria como servidor público, así como de su gran preparación académica, pero lo que me interesa destacar en este momento es el tamaño de su calidad humana, calidad humana que ha demostrado a todos los que tenemos la oportunidad de conocerlo y que es producto de una sólida formación ética y moral que aprendió en su hogar.

En muchas ocasiones he tenido la oportunidad de verlo e interactuar con su familia, de escuchar la manera en la que le habla de sus padres y de sentir la cercana relación que tiene con su esposa e hijos y todo ello me tiene convencido de que es la persona que puede y debe hacerse cargo de nuestros destinos.

Estoy seguro de que así como tuvo la oportunidad de desarrollarse en un ambiente familiar sano, así procurará darle esa misma oportunidad a todos los mexicanos; de que así como ha cuidado de la educación de sus propios hijos, así también velará por la formación de los hijos de todos nosotros y de que así como le interesa conservar la unión y el amor de su familia y esposa, así también cuidará del porvenir de las familias mexicanas.

Así que sin ningún titubeo, sin ninguna duda al respecto, si alguna vez tuviera que confiarle el cuidado de mis hijos a otras personas, esas personas serían José Antonio Meade y su esposa Juana Cuevas.

Muchas gracias por sus comentarios. Duración 2’38’’, nbsg/m.