La Cámara de Diputados debe contar con un sistema de evaluación que permita a la ciudadanía valorar si el trabajo de sus representantes es el adecuado en calidad y cantidad, propuso el presidente de la Mesa Directiva, Edgar Romo. El legislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) agregó que al crear un sistema de Evaluación de Diputados, la ciudadanía podrá “calificar” de manera más informada a diputados y senadores, así como decidir si merecen o no seguir en el puesto, en cuanto entre en vigor la norma que les permite acceder a la reelección. Romo García señaló que el mecanismo evaluador debe ser público, sus datos estar al alcance en la página de internet del recinto y actualizarse al final de cada periodo ordinario de sesiones.Explicó que el Poder Legislativo es uno de los peores calificados por la ciudadanía, que desconfía en gran medida de los parlamentarios y el trabajo que realizan.Manifestó que de acuerdo a la empresa Consulta Mitofsky, la cual realizó una medición sobre el grado de confianza de los consultados en 17 instituciones públicas, los diputados apenas sacaron una calificación de 4.4, en una escala de uno a 10.El legislador por Nuevo León reconoció que los mexicanos no confían en los legisladores, sin embargo, atribuyó el hecho a que no se conoce de manera integral qué atribuciones tienen y qué actividades llevan a cabo.Aseveró que la ciudadanía no tiene conocimientos claros sobre la función legislativa, por lo que es preciso desarrollar las herramientas que le permitan tener claridad sobre ello y así, hacer una evaluación adecuada de los resultados de cada diputado y diputada.La información en los medios de comunicación sobre lo que hacen los congresistas no es integral y generalmente se centra en lo cuantitativo, como el número de asistencias o la cantidad de iniciativas presentadas y el sentido del voto, con lo que se omiten aspectos de forma y fondo.No se dice, recriminó el diputado Romo, cuántas de sus iniciativas son aprobadas, su desempeño en comisiones, los posicionamientos al discutir dictámenes, las participaciones en la tribuna o bien, en foros públicos, mesas de trabajo y demás actividades.Incluso justificó algunas de las ausencias en el Pleno, al afirmar que los faltistas constantemente llevan a cabo actividades de gestión dentro y fuera del Palacio Legislativo, que los orilla a no presentarse a las sesiones ordinarias.Por todo lo anterior, insistió, hay que crear una herramienta de evaluación que tome en cuenta los elementos señalados.Propuso reformar el Reglamento de la Cámara para crear un capítulo que aborde el “Sistema de Evaluación de Diputados”; dar paso a un Consejo Coordinador interinstitucional en el que participen la sociedad civil, especialistas, empresarios, académicos y personal del recinto, que en su conjunto tendrán la encomienda de definir los criterios del sistema mencionado. Dijo que en el Consejo Coordinador previsto, tomarán parte el presidente de la Cámara, un representante de cada bancada, los secretarios General y de Servicios Parlamentarios, el titular de la Unidad de Transparencia; así como tres representantes de universidades, tres de organizaciones sociales, y tres más del empresariado. ys/m.

La Cámara de Diputados debe contar con un sistema de evaluación que permita a la ciudadanía valorar si el trabajo de sus representantes es el adecuado en calidad y cantidad, propuso el presidente de la Mesa Directiva, Edgar Romo.
El legislador del Partido Revolucionario Institucional (PRI) agregó que al crear un sistema de Evaluación de Diputados, la ciudadanía podrá “calificar” de manera más informada a diputados y senadores, así como decidir si merecen o no seguir en el puesto, en cuanto entre en vigor la norma que les permite acceder a la reelección.
Romo García señaló que el mecanismo evaluador debe ser público, sus datos estar al alcance en la página de internet del recinto y actualizarse al final de cada periodo ordinario de sesiones.
Explicó que el Poder Legislativo es uno de los peores calificados por la ciudadanía, que desconfía en gran medida de los parlamentarios y el trabajo que realizan.
Manifestó que de acuerdo a la empresa Consulta Mitofsky, la cual realizó una medición sobre el grado de confianza de los consultados en 17 instituciones públicas, los diputados apenas sacaron una calificación de 4.4, en una escala de uno a 10.
El legislador por Nuevo León reconoció que los mexicanos no confían en los legisladores, sin embargo, atribuyó el hecho a que no se conoce de manera integral qué atribuciones tienen y qué actividades llevan a cabo.
Aseveró que la ciudadanía no tiene conocimientos claros sobre la función legislativa, por lo que es preciso desarrollar las herramientas que le permitan tener claridad sobre ello y así, hacer una evaluación adecuada de los resultados de cada diputado y diputada.
La información en los medios de comunicación sobre lo que hacen los congresistas no es integral y generalmente se centra en lo cuantitativo, como el número de asistencias o la cantidad de iniciativas presentadas y el sentido del voto, con lo que se omiten aspectos de forma y fondo.
No se dice, recriminó el diputado Romo, cuántas de sus iniciativas son aprobadas, su desempeño en comisiones, los posicionamientos al discutir dictámenes, las participaciones en la tribuna o bien, en foros públicos, mesas de trabajo y demás actividades.
Incluso justificó algunas de las ausencias en el Pleno, al afirmar que los faltistas constantemente llevan a cabo actividades de gestión dentro y fuera del Palacio Legislativo, que los orilla a no presentarse a las sesiones ordinarias.
Por todo lo anterior, insistió, hay que crear una herramienta de evaluación que tome en cuenta los elementos señalados.
Propuso reformar el Reglamento de la Cámara para crear un capítulo que aborde el “Sistema de Evaluación de Diputados”; dar paso a un Consejo Coordinador interinstitucional en el que participen la sociedad civil, especialistas, empresarios, académicos y personal del recinto, que en su conjunto tendrán la encomienda de definir los criterios del sistema mencionado.
Dijo que en el Consejo Coordinador previsto, tomarán parte el presidente de la Cámara, un representante de cada bancada, los secretarios General y de Servicios Parlamentarios, el titular de la Unidad de Transparencia; así como tres representantes de universidades, tres de organizaciones sociales, y tres más del empresariado. ys/m.