La diputada federal Angélica Reyes Ávila consideró que el Interés Superior de la Niñez debe considerarse como eje rector de la Política Nacional de Desarrollo Social, ante la situación de pobreza que vive este sector de la población y debe superarse para alcanzar el progreso del país.

En entrevista, la legisladora de Nueva Alianza refirió que de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), la pobreza entre la población infantil en México es más elevada en comparación con el resto de los habitantes.

Con base en el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2018 de esta instancia, agregó, las niñas, niños y adolescentes menores de 18 años “son quienes ven más vulnerados sus derechos y seguridad social”.

Por ello es fundamental, recalcó en un comunicado, que toda política pública direccionada a la infancia se base “en una valoración integral de la garantía de los derechos humanos de la niñez, considerados en el presente y proyectados hacia el futuro”.

Advirtió la falta de redes de protección social desde las diversas instituciones de Estado, y establecer garantías con respecto a derechos sociales de la infancia. “Es importante reforzar los principios a los que debe sujetarse el diseño de la política de desarrollo social, con este ideal, lograremos avanzar hacia un país más próspero en el que se reduzcan las brechas”.

La legisladora expuso que en México 700 mil niñas, niños y adolescentes no asisten a la escuela por motivos económicos, como reveló la Encuesta Nacional de Hogares 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En ese sentido, la diputada opinó que uno de los principales desafíos de México es traducir los principios de la Convención sobre los Derechos del Niño a los ordenamientos jurídicos nacionales y a las políticas públicas, sobre todo en aras de priorizar el principio del interés superior de la niñez.

Además, recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que muchos problemas que sufren los adultos, como salud mental, obesidad, cardiopatías, delincuencia y una deficiente alfabetización y destreza numérica, tienen su origen en la condición de pobreza que padecen las personas durante la infancia. /gh/m