La liberación definitiva de Elba Esther Gordillo desató en el congreso una ola de especulaciones y preguntas, al coincidir con la asunción de Andrés Manuel López Obrador como presidente electo.

De entrada, el coordinador del PRD en la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, dijo que este hecho podría ser el inicio de un pago de facturas, por el apoyo que dio la ex dirigente magisterial a la campaña del tabasqueño y dijo que se presta a muchas suspicacias, ya que también daría pie a pensar que a partir de esta exoneración, se abre la puerta a un proceso de perdón a los corruptos del actual sexenio.

Dejó en claro que sería muy preocupante que luego de liberar a Gordillo Morales, siguiera el perdón a Javier y César Duarte, Roberto Borge y otros gobernadores del PRI, acusados de robarse el dinero público en sus estados o el temido pacto de impunidad para las corruptelas cometidas en la actual administración.

En tanto, el senador del PAN, Héctor Larios Córdoba, acusó que el encarcelamiento de Elba Esther Gordillo tuvo motivos políticos y confió que ahora su liberación no obedezca a un pago de facturas o este motivado también por móviles ajenos a la impartición de justicia y el castigo a presuntos actos de corrupción.

Ambos legisladores señalaron que tanto la PGR como el poder Judicial quedan mal parados y están obligados a explicar porque se vino abajo el caso, porque se integró mal una averiguación previa y porque finalmente los jueces no encontraron elementos suficientes para mantener en prisión a la ex dirigente magisterial. /gh/m